En el mercado actual, dada la volatilidad de los precios del combustible, un alza en precios resulta casi inevitable.
La mayor confianza de los consumidores en la reactivación económica, el mayor nivel de gasto por parte de los hogares e industrias y la inyección de liquidez por parte de distintos gobiernos en el mundo son elementos que seguirán causando presiones inflacionarias en el costo de materias primas, bienes y servicios asociados a la cadena de valor de los combustibles. Esto impacta no solo los costos que pagan los productores de combustibles, sino también el precio final a los consumidores.
Por la naturaleza del mercado de GNV en el Perú, en donde en las primeras tres etapas de la cadena de valor existe respectivamente una única empresa que opera y administra todo el proceso por razones de eficiencia y costo, amparadas en la regulación; el precio interno de este combustible seguirá teniendo un comportamiento estable que será influenciado al alza leve por factores externos como el costo de los insumos necesarios para la operación de las etapas de producción, transporte y distribución.

Aunque los factores que inciden en los precios del petróleo y gas (y de sus derivados) suelen tener un comportamiento cíclico, no es sencillo predecir en qué momento estos estabilizarían el precio de los combustibles en los mercados internacionales o por el contrario, si impulsarían su aumento o descenso.

Actualmente, se estima que el contexto de reactivación económica en el mundo continúe motivando las alzas en el mercado internacional y por ende, un mayor precio local de los combustibles para los peruanos.

La falta de equilibrio entre la demanda y la oferta de combustibles en el mercado internacional, que genera escasez, juega un papel fundamental en la tendencia al alza del precio de cotización del petróleo y el gas en el mundo. Esta situación afecta también el precio interno en el Perú de estos productos y sus derivados, al verse reflejados en los costos de importación y variables relevantes en las fórmulas de fijación de precio definidas en nuestras leyes y regulación vigentes.
La devaluación de nuestra moneda frente al dólar americano seguirá impactando el poder adquisitivo de los peruanos en productos importados, de los cuales muchos son necesarios para el adecuado y normal funcionamiento de la cadena de valor del GNV y otros combustibles. Particularmente, hoy todos necesitamos más soles para comprar la misma cantidad de bienes o servicios que adquirimos con menos hace un año, presionando un alza en los precios para compensar los mayores costos.

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